La videotracospia es una técnica quirúrgica la cual consiste en la exploración del espacio comprendido entre la pleura parietal y la visceral (que recubre al pulmón).
Es una técnica sumamente útil en el diagnóstico de lesiones pleurales, pulmonares y determinadas lesiones mediastínicas, debido a que permite tanto la biopsia como, en algunos casos, la extirpación completa.
Cirugía toracoscópica.
Debido a que es necesario el uso de anestesia general, se deberán realizar los análisis preoperatorios habituales:
Hemograma.
Pruebas de coagulación, grupo y Rh.
Radiografía de tórax.
Electrocardiograma (con evaluación cardiológica en el caso de pacientes mayores de 60 años o con una cardiopatía previa).
Pruebas de función respiratoria.
Aparte de esto, la única preparación previa que requiere es ayunar las seis horas antes de la intervención. Además, antes de la operación, es importante que el personal de enfermería instruiya al paciente en el conocimiento de técnicas de fisioterapia respiratorias activas.
En aquellos casos en que se deban biopsiar nódulos pulmonares de difícil acceso por el TAC (nódulos que no sean superficiales y que no pueden verse ni palpar con las pinzas de toracoscopia), puede ser necesaria la colocación, el mismo día de la intervención y bajo anestesia local, de un alambre guía bajo control de TAC.
Esta técnica facilita la realización de otros procedimientos terapéuticos como:
Resección de bullas subpleurales en el tratamiento de los pacientes con neumotórax recidivante.
Pleurodesis con talco (abrasión pleural en el caso de derrame pleural masivo recidivante)
Simpatectomía torácica (sección de la cadena ganglionar simpática en los enfermos con hipersudoración palmoplantar).
Es una forma de acceso quirúrgico al tórax con incisiones de pequeño tamaño que permite la realización una gran variedad de cirugías pleurales y pulmonares. A través de estas incisiones se coloca una cámara e instrumentos quirúrgicos especiales que permiten trabajar dentro del tórax, observando lo que se realiza en una pantalla.
Rango sujeto a evaluación de la clínica o del médico tratante.
Se practica bajo anestesia general y, habitualmente, con intubación bronquial selectiva.
El objetivo de esta intervención es formar un espacio interpleural para poder introducir los trócares a través de los que se introduce la óptica (que permite obtener imágenes) y el resto de material quirúrgico endoscópico.
La duración media de la intervención es de una hora y media, aunque puede prolongarse en el caso de tener que extirpar nódulos pulmonares de difícil acceso.